humulus lupulus

blog especializado en cerveza

A La tienda de la cerveza…Gracias por tanto.

Uno de los principales «culpables» del nacimiento de este blog es Javi, fundador de La tienda de la cerveza de Madrid y previamente fundador de Cervezorama (la original), uno de los pioneros del movimiento cervecero en Madrid. Después de 6 años alguien a quien todo esto le importa una mierda ha decidido que el negocio que regentan Javi y compañía debe cerrar sus puertas el día 31 de octubre.

Durante estos 6 años han sido muchas las horas que he pasado en La tienda de la cerveza, durante este tiempo hemos aprendido, hemos bebido, hemos reído y sobre todo nos hemos hecho muy buenos amigos. No puedo evitar sentir rabia y tristeza, casi podría decir que La tienda de la cerveza era como mi casa, y no puedo evitar sentir que incluso el tiempo allí no ha sido el suficiente. Y es que en realidad La tienda de la cerveza era casi de todo menos una tienda, era un club social que ha sabido crear una familia y un ambiente increíble y acogedor alrededor de nuestra bebida favorita.

Los recuerdos son imborrables y esos no nos lo podrán quitar. Recuerdo perfectamente cuál fue la primera cerveza que compré allí, una Janis porter de Naparbier, recuerdo las primeras catas de iniciación y nuestras catas privadas, fue precisamente en una de esas noches donde se gestó el Club de Cata Zumo de Lupulus, pionero como el primer club oficial de cata de cerveza. He tenido la suerte de compartir e impartir algunos cursos por lo cual estaré siempre agradecido, festejar acontecimientos especiales y quien se puede olvidar de las ya míticas fiestas de San Cayetano.

Hay quien les criticaba por su oferta cervecera, seguramente no era la más vanguardista o friki de Madrid, ni falta que les hacía, han sabido demostrar que las personas y la calidad humana está por encima de las cervezas. El panorama cervecero de Madrid pierde una de sus piedras angulares, se les echará mucho de menos pero conociéndoles seguro que pronto vuelven a dar guerra.

Desde aquí solo me queda decir a Javi, Paco, Andrés y a todos los que forman o han formado parte de esta familia, GRACIAS POR TANTO.

Hasta pronto!

Founders Madrid Beer and Music Fest 2018

El pasado fin de semana tuvo lugar en Madrid la primera edición del Founders Madrid Beer and Music Fest organizado por Cervecera Independiente. Desde el momento que se anunció despertó un enorme interés entre los consumidores habituales, los primeros nombres apuntaban muy alto y aunque la presencia de Mahou «mosqueaba» un poco se sabía que son los que tiene mayor capacidad de organizar un evento de este calado en Madrid.

Tras el anuncio, la organización estuvo más de un mes anunciado cerveceras a razón de una al día, algo que a mí personalmente me pareció un desacierto total, cuando se conoció el cartel completo quedaban pocas semanas para el festival y la gente que se planteara venir de fuera iban muy apurados de tiempo. Por no hablar que hasta el último momento no se conocieron los detalles de la organización y del funcionamiento del festival. Si esto no fuera poco, en las últimas semanas se cayeron del cartel algunas de las cerveceras más esperadas.

Imagen de los puestos habilitados para el evento

El festival se celebró en el Patio de Conde Duque, un lugar amplio y abierto, con los puestos dispuestos en línea, un par de grifos por cervecera, una buena cantidad de baños, varios foodtrucks, un par de puestos para la compra de tokens, bastantes grifos de agua habilitados para la limpieza de vasos, mesas con sombrillas y un escenario donde tocaban música en directo. A mí personalmente me pareció que estaba muy bien montado.

Para acceder había dos opciones, entrada VIP con un precio de 40€ aseguraba la entrada incluso si había cola e incluía 10 tokens y la entrada 1 hora antes, y la entrada normal que se compraba en la puerta costaba 6€ e incluía 2 tokens, en ambos casos también el vaso de 20cl del festival, para mi gusto un error utilizar el típico vaso de caña en lugar de una copa. Mi opinión es que no merecía la pena la entrada VIP, yo estuve en el festival el viernes todo el día y el sábado hasta media tarde y solamente el viernes a última hora había colas para entrar. Los que fuimos desde por la mañana entramos sin ningún problema a la hora de la apertura ambos días. Cierto es que las previsiones meteorológicas no eran para nada halagadoras, aunque finalmente la lluvia respetó hasta la tarde del sábado.

Las cervezas se iban pinchando según un orden previamente establecido a medida que los barriles se iban acabando. Y este creo que ha sido el principal problema del festival, la idea era buena, incluso por la mañana la mayoría de las cervezas pinchadas eran IPA, APA, Pilsner… Pero acabó siendo un cuello de botella demasiado grande, 5 horas después de la apertura solo 3 puestos habían cambiado barril, y fue cuando nos dimos cuenta de que muchas de las cervezas que esperábamos probar no las íbamos a ver ni en pintura. Por suerte la asistencia en la tarde del viernes mejoró bastante hasta llegar al aforo completo, eso unido a que hubo cambios en el listado de rotación de barriles, favoreció que se pincharan algunas de esas cervezas tan esperadas.

Fremont fue de lo más destacado

Sobre las cervezas había de todo, yo personalmente me centré en las cerveceras americanas y concretamente en las cervezas menos habituales. He de decir que de mi lista previa de unas 40 cervezas que tenía marcadas como imprescindibles he conseguido beber el 90%. Algunas IPA fueron bastante decepcionantes, había barriles de marzo y la frescura brillaba por su ausencia, es cierto que no pasaba con todas ni mucho menos, de hecho las había bien frescas, pero el auténtico potencial del festival estaba en las cervezas oscuras. De lo que he probado me quedo con Rusty Nail de Fremont, una Imperial Stout con regaliz, canela y malta ahumada envejecida en barrica de bourbon. También de Fremont la Dark Star Bourbon Barrel Aged, otra Imperial Stout sublime. Proof y Lord Hobbo fueron de las sorpresas más agradables, de los primeros destacaron tanto sus Berliner Weisse como la Imperial Stout BBA Glass Emperor y los segundos con sus IPA. Las IPA de Ocelot y Triple Crossing, especialmente Citra Triangles, también fueron de las triunfadoras, Finback con Smooth Beats Miami una IPA de coco muy rica. Las Imperial Stout de Dark Horse, Dark Lord de 3 Floyds, seguramente el barril que más rápido se acabó, y Orin de Half Acre fueron otras de las destacadas.

En cuanto a las decepciones me quedo especialmente con Zombie Dust y Alpha King de 3 Floyds ambas bastante tocadas por el paso del tiempo, Sculpin de Ballastpoint otra que ha pasado a mejor vida, Revolution bastante flojas en general y Avery de la que se esperaba cuando menos una oferta más atractiva.

Así a todo en general ha sido un buen festival, seguramente el mejor sin duda que se ha hecho en Madrid, con bastantes mejoras de cara a futuras ediciones, pero creo que podemos estar ante el comienzo de un evento importante.

Salud!

UFO Fest… Y por fin llegó el festival de Madrid

Los pasados 21 y 22 de abril se celebró en Madrid la primera edición del UFO Fest, un festival de cervezas con claro protagonismo de cerveceros del panorama internacional. Por fin después de tanto tiempo esperando llegó a Madrid una buena fiesta cervecera con cervezas de calidad, en esta ocasión no hubo ni furgonetas ni sorpresas de última hora que impidieran celebrar el evento, salvo un inoportuno cambio de ubicación, desde MadBrewing donde se iba a celebrar a las instalaciones de CCVK donde tuvo lugar finalmente.

Primera edición del UFO Fest

El evento estuvo organizado por Yria con la inestimable ayuda de Zombier, y por allí se dejaron ver cerveceros de la talla de De Molen, The Kernel, Magic Rock, Lervig, Brewsky, Fraugruber, Alvinne o Proclamation.

Los asistentes tenían dos opciones de entrada disponibles, el pase VIP que además incluía a los que compramos las entradas previamente al cambio de localización, en esta entrada estaba incluida la barra libre. La otra opción era asistir y pagar las consumiciones por medio de tokens que se podían adquirir allí mismo. Otra de las novedades era la elección de vaso, la organización disponía de varios formatos a disposición de los asistentes.

A pesar de que las instalaciones de CCVK no son excesivamente grandes no hubo ningún problema de aforo, al menos durante la jornada del sábado. Si es verdad que se echaba de menos alguna zona de mesas o algún punto de lavado de vasos, el único habilitado era la propia barra del brewpub de CCVK, pero esto son detalles que se pueden mejorar de cara a futuras ediciones.

Sobre las cervezas las más destacadas, Enigma HBC 431 Hallertau Blanc de The Kernel, una APA fresca y de trago rápido, Nomenclature de Proclamation, una Doble IPA muy rica que seguramente fue de las más consumidas del festival.

Buen ambiente y muy buena cerveza

Supersonic de Lervig otra Doble IPA que nunca falla, Wild West Kriek Framboos una maravilla de Alvinne para los amantes del ácido, Fruits on Dope una Imperial IPA de los alemanes de Fraugruber que me dejó bastante impresionado, Hel & Verdoemenis Bowmore BA una bomba de 21% ABV de De Molen que a más de uno le pasó factura y para finalizar la Coconutz Kake Bourbon BA de Lervig una Imperial Stout con coco, vainilla y sirope de arce envejecida en barrica de bourbon, una maravilla más de los noruegos que se están colocando a la cabeza del panorama europeo con sus últimos lanzamientos.

Después de una jornada donde compartimos cervezas con algunos de los sospechosos habituales como, Jorge Solana, Jose Benedicto, el equipo de Labirratorium al completo (alguno no sé si tendrá muchos recuerdos de aquel día), Israel de cervezame, Ilse (que no se pierde ni una) y algunos más, terminamos el día a lo grande en Brew Wild Pizza Bar.

Tengo que decir que me llevé muy buena impresión del festival y según la organización parece que habrá segunda edición, lo cual es una noticia fantástica y parece que al fin hay esperanza para tener un buen festival en Madrid.

Salud!.

Craft Beer, esa rentable minoría…

Recuerdo hace unos años cuando esto de la cerveza artesana comenzaba a hacer un poco de ruido, se escuchaban comentarios como «ahora la nueva moda son las cervezas», «esas cervezas raras» o «eso que bebes no es cerveza», o incluso «esto no tiene ningún futuro» de gente del propio sector. Por aquel entonces este mercado era un don nadie, hoy en día sigue siendo una pequeña minoría, pero no nos engañemos, las cosas han cambiado, no hay más que encender la televisión y ver como se habla de cervezas envejecidas en barrica, de lúpulos de hallertau o de maltas tostadas, definiciones que hace poco era práctimanete impensable su uso.

fragmento del anuncio de Budweiser durante la Super Bowl del año 2015

En el año 2013 por primera vez todas las cerveceras craft americanas juntas superaron en ventas a Budweiser en Estados Unidos. Algo que no sentó nada bien al gigante mundial, tal fue que  solo unos meses más tarde de aquella publicación el spot publicitario de la marca en la Super Bowl de 2015 cargaba duramente contra los productores de craft beer. Al mismo tiempo que AB InBev, por supuesto, seguía tratando de hacerse con el control de conocidas cerveceras craft americanas, Wicked Weed fue una de las últimas en unirse al grupo por un buen puñado de dólares. Otros grupos como Heineken o Duvel Moortgat también han invertido millones para compra de Lagunitas y Firestone Walker respectivamente.

Si nos centramos en el mercado español de todos es ya conocido el movimiento de Mahou-San Miguel adquiriendo el 30% de Founders Brewing y más reciente la adquisición del 30% de Avery Brewing. Cierto es que esto ha propiciado que ahora nos encontremos cervezas de Founders hasta en la sopa, y algunas buenas referencias se ven de forma más habitual por aquí como KBS o recientemente CBS, otra cosa ya son los precios, pero no voy a entrar en eso, ni en el hecho de que Founders había llegado a Europa hacía ya varios años como también lo ha hecho ya Avery.
Recientemente también anunciaron una inversión de 11 millones de euros en un brewhub en Córdoba, donde otras cerveceras podrán acudir a elaborar allí sus propias cervezas utilizando la tecnología más innovadora, según rezaba el comunicado de prensa. No contentos con eso además se autodenominan «la cervecera española que más avanza en el impulso del mundo craft». Todo esto lo que viene a demostrar es que cada vez hay más interés por parte del consumidor y se demandan más cervezas de calidad, y esto las grandes marcas lo saben y han visto un filón en ello. Mahou-San Miguel no son los únicos y hay otras cerveceras españolas que también han querido subirse a este tren, Ambar por ejemplo ha lanzado su línea de cervezas limitadas con cervezas muy diferentes a su línea habitual, una cerveza con diez variedades de lúpulos, una cerveza con jengibre… Alhambra también planea sacar su propia línea de cervezas especiales y seguro que vendrán más.

Con las grandes cantidades de dinero que mueven estas empresas en publicidad esto podría llegar a ser un gran impulso para el sector (incluso para los menos conocidos), y podría acercar al consumidor novel hacia la cerveza craft. Pero obviamente esto tiene una cara b, y es precisamente en la publicidad donde queda más patente. Últimamente es bastante habitual ver a prestigiosos chefs patrocinados por marcas de cerveza, cocineros de la talla de David Muñoz que reciben suculentas cantidades de dinero por ser imagen de marca, y por supuesto en sus establecimientos no encontrarás ni rastro de otra cerveza que no sea la que les representa, y no preguntes por ello, incluso les sienta mal (y hablo por experiencia propia). Esto se hace también patente en cientos de bares y restaurantes, donde los contratos de exclusividad de los mismos que se definen como «los que más impulsan el mundo craft», y sus colegas del sector, vetan a otras cerveceras.

Esa pequeña minoría que supone la craft beer parece que se ha convertido en una mosca cojonera para los gigantes de la industria, que no han dudado ni un ápice a la hora de actuar como lobos con piel de cordero para así no perder ni un solo trozo de ese suculento pastel y estar presentes en todos los ámbitos del sector.

Henry Ded Mon, la cerveza del quíntuple dry hopping

El uso de los términos DDH (Double Dry Hopping) o TDH (Triple Dry Hopping) es algo que se ha vuelto una práctica habitual entre los cerveceros, especialmente americanos, que elaboran IPA (NEIPA). Recientemente los cerveceros de The Veil de Richmond, elaboraron una colaboración con Mikkeller llamada Henry Ded Mon, una cerveza que anunciaban como una Triple IPA quíntuple dry hopping. A día de hoy, seguramente, es la cerveza con más dry hopping, aunque supongo que solo será cuestión de tiempo que se vea superada.

La cerveza está elaborada con cantidades ingentes de Citra, Mosaic, Galaxy, Amarillo, Vic Secret, Motueka y Kohatu, en una relación aproximada de 15lb/bbl que viene siendo una equivalencia aproximada de casi 60 gramos de lúpulo por litro, y por si esto fuera poco estamos además ante una cerveza con un 11% ABV lo que la hace aún más bestia si cabe.

The Veil/Mikkeller Henry Ded Mon

He tenido la ocasión de probar esta cerveza, además bastante fresca, en nariz es muy aromática con notables matices de frutas tropicales (mango, melocotón y piña), cítricos (mandarina y pomelo), hierba y resina. En boca más de lo mismo, mucha fruta tropical, recuerda a un zumo de frutas, de amargor no demasiado intenso, notas resinosas y herbales que se hacen más palpables en retrogusto y una notable presencia de alcohol, como es lógico, que se manifiesta hacia el final del trago.

La cerveza es buena, muy buena, pero no es nada memorable, con la cantidad de IPA que se producen a día de hoy nos podemos encontrar con varios ejemplos a este nivel y por supuesto superiores. Aunque también he de reconocer que las Triple IPA no son precisamente lo que más me apasiona. Otra cosa que me llamó la atención es el precio, se vendía en fábrica por 23$ el four pack, algo que teniendo en cuenta la cantidad de lúpulo utilizado no me parece ni mucho menos exagerado.

Eggnog IPA, cerveza con huevo!

El pasado mes de noviembre Evil Twin sorprendía a todos con una más de sus interminables locuras. Anunciaba el lanzamiento de Eggnog IPA, una cerveza elaborada con vainilla, nuez moscada, lactosa, extracto de bourbon y clara de huevo. Realmente esta cerveza está inspirada en un popular cóctel de Estados Unidos llamado Eggnog, que viene a ser un ponche de huevo elaborado principalmente con leche, azúcar y huevos,  algunas versiones además contienen alcohol, y es muy común en las fiestas navideñas.

EvilTwinEggnogIPAEvil Twin Eggnog IPA, cerveza elaborada con clara de huevo

Indagando un poco he visto que existen varias cervezas que hacen referencia a este popular cóctel, especialmente stouts, algunas de cerveceras bastante reputadas como Great Lakes Brewing o The Bruery. Eso sí, ninguna de ellas hace referencia al uso de la clara de huevo como en el caso de Evil Twin, como tampoco he encontrado evidencias de que Eggnog IPA sea la pionera.

Sin embargo, aunque pueda parecer absurdo, la práctica de mezclar huevos con cerveza es mucho más antigua de lo que nos podemos imaginar. Allá por el siglo XVIII era común mezclar huevos crudos con vino o cerveza, una costumbre que se extendió hasta mediados del siglo XX y se hizo popular entre los trabajadores de las fábricas, como bebida energética. Tan común se hizo esta práctica que los americanos siguen utilizando la expresión, «what do you want, egg in your beer?», para hacer referencia a una persona que no se conforma con nada.

Sobre la cerveza (Eggnog IPA) en sí, no he podido probarla, las cervezas de Evil Twin no llegan tan fácilmente aquí y esta no ha sido ninguna excepción, aunque reconozco que me llama mucho la atención.

Eso sí, si algo nos ha quedado claro en los últimos tiempos es que el abanico de posibilidades de adjuntos e ingredientes utilizados en las craft beer es casi inagotable, si Guillermo IV de Baviera levantara la cabeza…

Resumen cervecero del 2017

Como cada principio de año y como viene siendo habitual las redes sociales y las webs especializadas se llenan de artículos recordando las mejores cervezas del año anterior y Ratebeer publica sus «premios» anuales, alguno de dudosa credibilidad o transparencia… Y aunque el blog el pasado año ha estado inactivo no quería dejar pasar la oportunidad de hacer un pequeño resumen de lo que ha sido mi año cervecero, más aun cuando en este sentido ha sido uno de los mejores años a nivel personal.

De entre todo lo que he bebido, qu eno ha sido poco, he querido seleccionar las 10 cervezas que más me han sorprendido y que más he disfrutado a lo largo del año. No necesariamente son las 10 mejores, aunque obviamente sí están entre las mejores.

Bottle Logic Fundamental Observation 2016

Bottle Logic Fundamental Observation 2016: Imperial Stout con 14,1% ABV, elaborada con cantidades ingentes de vainilla y envejecida en barricas de bourbon (Buffalo Trace, Four Roses y Heaven Hill). Cuando la consumí tenía algo más de 8 meses, la vainilla se había suavizado pero seguía estando presente, cremosa, con marcados matices de madera y bourbon, el alcohol presente pero sin desentonar, una cerveza sublime y muy redonda, la fama desde luego no es ninguna casualidad.

Cycle Trademark Dispute Green Label 2017: Parte de uno de los múltiples sets que la cervecera de Florida saca cada año, es una Imperial Stout elaborada con avellanas y envejecida en barrica de bourbon. De aroma intenso a avellana, chocolate y torrefacto, con mucha presencia de avellana en boca, la madera bastante marcada que se acentúa con matices de maltas torrefactas. Una de esas cervezas para disfrutar tranquilamente de principio a fin.

Toppling Goliath Assasin 2016: Tenía muchas ganas de probar alguna de las Imperial Stout de Toppling Goliath, pero conseguirlas no es tarea sencilla, por suerte tuve la oportunidad de probar la versión del 2016 en una reunión con amigos. Es una cerveza envejecida en barricas de whisky, con matices de cacao, maltas tostadas, torrefactos y algo licorosa, potente y robusta, menuda bestia!.

Cycle/Mikkeller DOS Brunch

Cylce/Mikkeller DOS Brunch: No tenía unas grandes expectativas puestas en esta cerveza y la sorpresa fue mayúscula, una gran colaboración entre Cycle y Mikkeller, una Imperial Stout elaborada con café Kopi Luwak, con marcados matices de maltas tostadas, torrefactos, caramelo, vainilla y café, notas de madera y bourbon, contundente, con la presencia de alcohol en su justa medida.

Lawson’s Sip of Sunshine: Cuando planeamos el viaje a USA, tenía claro que esta cerveza era una prioridad, y desde luego no me decepcionó ni un ápice. No se parece demasiado a las NEIPA actuales, es una Imperial IPA muy afrutada, con matices de pomelo, melocotón, albaricoque y mandarina, resinosa y con una buena dosis de amargor. Llevaba un tiempo un poco aburrido de las IPA, pero esta cerveza me hizo recordar muy buenos momentos.

Beer Geek Vanilla Shake Barrel Aged Bourbon 2016: Desde hace ya un tiempo evito consumir cervezas de Mikkeller, me resultan repetitivas y aburridas la mayoría de ellas, pero animado por las buenas críticas me dejé convencer y le di una oportunidad a esta Imperial Stout con vainilla y envejecida en barrica de bourbon. Desde el primer trago me quedé alucinado, no me esperaba algo tan bueno, matices de vainilla, chocolate y cacao, notas de madera y bourbon, estoy seguro que es la mejor cerveza de Mikkeller de lejos.

Laugar Aurrera Stanitsa

Hill Farmstead Birth of Tragedy: Lo más sorprendente de esta cervecera es como son capaces de dominar prácticamente todos los estilos que elaboran. Esta en concreto es una Imperial Porter con un 11% ABV envejecida en barricas de bourbon, muy cremosa y sedosa con matices de maltas tostadas, vainilla, café, bourbon y miel. Con cervezas como esta no es de extrañar que año tras año acaparen la gran cantidad de premios y reconocimientos que tienen.

Cantillon Lou Pepe Framboise 2014: Una visita al año a Cantillon es casi una obligación, el año pasado en una buena jornada en la fábrica probamos unas cuantas cervezas, pero esta concretamente me dejó impresionado, reconozco que no soy un gran fan de las lambics con frutas (me quedo con las Gueuze) y además es una cerveza que ya había probado, pero la verdad es que la Lou Pepe Framboise de este año es espectacular, con mucha fruta ácida y bien seca. Sublime!.

Hangar 24 Pugachev Smoked Maple: Imperial Stout con 14,4% ABV envejecida 6 meses en barrica de bourbon Heaven Hill y posteriormente otros 8 meses en barricas de bourbon con sirope de arce, el resultado una de las mejores cervezas que he probado, matices de chocolate, vainilla, sirope de arce, torrefactos, notas ahumadas, madera y bourbon, envasada en botella de 75 cl y se me haría escasa, sencillamente es perfecta.

Laugar Aurrera Stanitsa: No quería cerrar este resumen sin hacer referencia al producto nacional. El crecimiento de Laugar ha sido espectacular, tanto es así que considero que se encuentra entre las mejores cerveceras de Europa y esta cerveza es un claro ejemplo, una Imperial Stout con un 11,2% ABV elaborada con azúcar moscovado, matices de café y cacao se equilibran perfectamente con las notas dulces y acarameladas, la combinación es perfecta, brillante.

Salud!

Costa Este de Estados Unidos. Vermont (II)

A la mañana del segundo día antes de comenzar la ruta decidimos buscar un sitio para desayunar en Burlington, nos recomendaron Penny Cluse Cafe, un sitio local donde nos pusimos las botas con un desayuno a base de tortitas con sirope de arce, huevos y bacon. Con el estómago lleno emprendimos camino hacia Stowe, lugar donde se encuentra la fábrica de Alchemist.

Fábrica de Alchemist

Después de unos 45 minutos en coche, llegamos a una pequeña población donde se hace hasta difícil imaginar que se encuentre una de las cerveceras mejor valoradas especialmente por los hopheads. Al llegar se puede ver un edificio moderno no demasiado grande que alberga las instalaciones de Alchemist, la hora de apertura es a las 11:00 y nosotros llegamos allí cuando apenas pasaban unos minutos de la hora. Por algunos comentarios que había leído en los foros especializados y en su propia página web en verano es bastante habitual encontrarse colas para poder comprar sus cervezas. Por suerte no fue nuestro caso, llegamos, dejamos el coche en el parking y tras las fotos de rigor entramos en el edificio.

Fábrica de Hill Farmstead

Una vez dentro lo primero que llama la atención es su tamaño, dista mucho de las grandes cerveceras de craft beer americanas, y la decoración que sigue la línea de sus etiquetas. El espacio no es demasiado amplio y está ocupado prácticamente en su totalidad por la tienda, donde se puede comprar tanto merchandising como sus cervezas. En una pizarra indican las cervezas que tienen disponibles a la venta, así como los precios y la cantidad máxima por persona. Aquel día tenían disponibles Heady Topper, Focal Banger (generalmente estas dos las tienen siempre), Crusher, Pappy’s Porter y Beelzebub. Salimos de allí con una caja de 24 latas por la que pagamos aproximadamente unos 90€. Antes de irnos echamos un vistazo a lo poco que se puede ver de la fábrica desde la tienda mientras nos tomábamos unos tasters que ofrecen allí de forma gratuita.

Salimos de Alchemist y previamente a irnos a Hill Farmstead hicimos una parada en una pequeña granja de sirope de arce llamada Nebraska Knoll Sugar Farm. Un negocio local, donde nos atendieron muy bien, nos explicaron todo el proceso de elaboración, además de una degustación de los diferentes grados de sirope que elaboran, fue toda una experiencia.

Sala de elaboración de Hill Farmstead

Salimos de allí y nos dirigimos a Hill Famrstead, aunque la distancia no era demasiado grande unos 60 kilómetros tardamos más de una hora en llegar. La carretera discurría entre pequeños y pintorescos pueblos y los kilómetros finales además por un camino de tierra. Hasta que por fin llegamos a la que para muchos es la casa de la mejor cervecera del mundo. La fábrica se encuentra en mitad de una inmensa pradera verde, el edificio tiene aspecto de granja y no desentona con el entorno, de hecho podría hasta pasar desapercibido. Cuando llegamos entramos primero en la tienda, tenían disponibles 5 referencias en botella además de Everett y Double Citra en lata, las cuales no dudamos en llevarnos. El edificio principal alberga el taproom, allí había otras 7 referencias disponibles para consumir allí y algunas de ellas también con la posibilidad de rellenar growlers de 750 ml o de 2 litros. El taproom es amplio, hay varias mesas y una amplia barra donde poder tomarse unas cervezas tranquilamente, además de unas buenas vistas a la pradera y a la sala de elaboración. En el exterior había un puesto de tacos, aunque permiten consumir tu propia comida y reinaba un ambiente tranquilo y familiar. Allí pasamos un buen rato mientras desfilaron por nuestra mesa las IPA Susan y Dharma Bum, la Pale Ale Edward, la Doble IPA Society and Solitude #7 que estaba exquisita, para terminar con la Porter Shirley Mae.

Desde allí nos esperaban un par de horas de camino hasta Burlington, no sin antes hacer una parada no menos interesante en la fábrica original de Ben & Jerry’s.

Costa Este de Estados Unidos. Vermont (I)

¿Puedes imaginarte un lugar lleno de naturaleza, inmensos bosques verdes, montañas, lagos, ciudades y pueblos pequeños con ambiente acogedor, tiendas repletas de productos locales y además algunas de las mejores cervezas del mundo? Pues ya puedes dejar de imaginártelo, ese lugar existe y se llama Vermont. El llamado estado verde es uno de esos lugares extraordinarios que hay que visitar alguna vez en la vida.

Durante nuestro viaje por la costa este de Estados Unidos tuvimos la oportunidad de hacer una visita exprés, pero muy intensa, de dos días por el estado de Vermont. Previamente a nuestra llegada me había encargado de cuadrar horarios y así poder tratar de acceder a todas las cervezas que queríamos probar, motivo principal de nuestra visita a Vermont. Entre las cerveceras anotadas en la lista estaban como principal prioridad, Lawson’s Finest Liquids, Alchemist y Hill Farmstead. Nuestro vuelo procedente de Washington DC aterrizaba en Burlington, la capital del estado, una ciudad pequeña conocida por su universidad, allí estaba nuestro hotel y desde allí nos moveríamos en coche por el resto de pueblos y ciudades.

Sección de cervezas en el mercado locald e Burlington

Alchemist y Hill Farmstead no nos preocupaban demasiado, ambas fábricas abren casi todos los días, sin embargo Lawson’s no admite visitas y sus cervezas se distribuyen durante la semana a lo largo de diferentes ciudades. El día de llegada a Burlington lo hicimos coincidir con el día que tocaba la distribución en la ciudad, por las noticias que había leído sus latas no suelen durar mucho más de un día y en ocasiones, especialmente en verano, poco más de unas pocas horas. En la ciudad tenía localizados un 3 establecimientos que venden sus cervezas, así que nada más aterrizar y coger el coche nos fuimos directamente en busca de las cervezas de Lawson’s. Teníamos localizado un mercado local, llamado City Market, y allí nos fuimos, cuando llegamos la sorpresa no fue pequeña, el mercado estaba lleno de productos locales, y destacaban especialmente el sirope de arce y la cerveza. Una sección totalmente refrigerada con una persona dedicada exclusivamente a esta sección. Allí estaban Sip of Sunshine y Super Session #8 recién llegadas, como era de esperar había un límite máximo de latas por persona pero aun así nos pudimos llevar un buen número. Echamos un vistazo al resto de la sección y preguntamos al encargado por alguna recomendación, no dudó en señalarnos Upper Pass una cervecera muy local de la que estaba disponible la APA First Drop. Nos hubiera gustado llevarnos más pero el gran problema en Estados Unidos es que te obligan a comprar mínimo un four pack y teníamos bastantes visitas programadas por delante.

First Drop American Pale Ale de Upper Pass

De vuelta en el hotel no lo dudamos y rápidamente probamos las tres cervezas. La primera, Super Session #8, una Session IPA con 4.8% ABV y elaborada con lúpulo Mosaic, de color dorado y espuma blanca cremosa, intenso aroma a frutas tropicales y cítricos, con matices de pomelo, mandarina, lima y mango, seca en boca con notas herbales y de pomelo. First Drop por su parte es una American Pale Ale con 5.9% ABV elaborada con Mosaic, Citra, Centennial y Azacca, de color anaranjado, turbia, de aroma tropical con matices de mango, pomelo, albaricoque, plátano y mandarina, amargor moderado y muy afrutada y tropical en boca. Y por fin llegaba el momento de probar Sip of Sunshine, llevaba mucho tiempo detrás de esta cerveza así que las expectativas eran bien altas. Se trata de una Doble IPA con 8% ABV, de color dorado limpio y corona de espuma blanca cremosa y duradera, aroma intenso donde se aprecian notas de melocotón, albaricoque, pomelo y notas de hierba y flores, de amargor no demasiado intenso, buen equilibrio, y notas de pomelo, hierba y albaricoque y un final seco y resinoso muy agradable. Las expectativas no decepcionaron y creo que Sip of Sunshine fue de las cervezas que más disfruté durante el viaje y posiblemente de las mejores Doble IPA que he probado.

En Burlington hay dos locales especialmente destacados, The Farmhouse Tap & Grill con una buena selección de cervezas (Alchemist, Lawson’s, Hill Farmstead, Lost Nation…) y Zero Gravity Brewpub una cervecera local que ofrece cervezas y pizzas. Nosotros por motivos logísticos descartamos ambas opciones, pero el bar del hotel nos guardaba algunas agradables sorpresas, allí probamos algunas cervezas locales entre las que destacaban Maple Breakfast Stout de 14th Star Brewing y la IPA de Fiddlehead Brewing, ambas ricas pero muy lejos de las que habíamos probado antes. Con unas pocas latas más de Lawson’s dimos por finalizada nuestra primera jornada en Vermont.

Aquellas maravillosas West Coast IPA

Hace no demasiado tiempo hablar de una IPA era hacerlo de una cerveza dorada, prácticamente limpia o con una turbidez ligera, una generosa corona de espuma blanca y cremosa y sobre todo una bofetada de aroma y un intenso y duradero amargor en boca. Hoy cuando vamos a nuestra tienda habitual encontrarse con una cerveza así es casi una utopía, todo ha sido invadido por la enésima moda importada de los Estados Unidos y en las estanterías reinan las New England IPA o NEIPA, cervezas que cualquier parecido con sus predecesoras es una mera coincidencia, cervezas turbias, de colores pálidos que recuerdan a un zumo o un batido, de espuma casi inexistente, muy afrutadas tanto en nariz como en boca y hasta con matices dulzones.

NEIPA de Monkish

Personalmente no son unas cervezas que me atraigan demasiado, pero he de reconocer que las hay buenas, muy buenas. He tenido la suerte de poder probar elaboraciones de Tree House, Monkish, Cloudwater, Tired Hands, Alchemist, Other Half, The Veil… además de varias elaboraciones de cerveceras nacionales como Mad Brewing, La Quince, Soma o Grarage. Y aunque algunas de ellas me han gustado mucho, ninguna de ellas me ha llegado a impresionar como si me pasaba antaño.

En la comunidad cervecera y sobre todo entre los consumidores las IPA siguen siendo uno de los estilos más demandados, y obviamente si miramos esto como una estrategia comercial sin duda es un gran acierto. Yo como consumidor habitual creo que es un estilo donde ya está todo inventado, y creo que esta última vuelta de tuerca ha llevado a las IPA al «extremo». Morning Advertiser publicaba hace unos días un artículo donde Garret Oliver hablaba sobre estas cervezas. Una de las cosas que decía es «si la pones en un estante por tres semanas, después de 10 días ya no será una buena cerveza«. Evidentemente esto puede parecer algo extremadamente exagerado pero si me baso en mi propia experiencia he de decir que no va del todo desencaminado. El pasado verano durante mi viaje por los Estados Unidos tuve la oportunidad de visitar Alchemist, Tree House y Trillium entre otras, y tuve ocasión de comprar las cervezas el mismo día que se enlataban y beberlas en perfectas condiciones sin ni siquiera llegar a perder la cadena de frio. Pero también he ido viendo la evolución de varias de ellas, hasta algunas llegar a ser consumidas un mes después, pues bien, tras 15 días la gran mayoría comienzan a experimentar cambios, los aromas comienzan a perderse, comienzan a hacerse más presentes matices dulces, una astringencia mayor y los sabores de la levadura se notan cada vez más, en algunas de ellas además se comienzan a ver unos posos bastante molestos. Obviamente no se puede decir que las cervezas después de un mes ya no estén en condiciones, ni mucho menos, siguen estando buenas, pero distan mucho de lo que son durante los primeros días. A la conclusión que llegué es que son cervezas creadas para el mercado local, y si lo vivies allí te das cuenta de que la gente va todas las semanas a comprar su pack para consumo diario, lo cual es un auténtico lujo.

Lawson’s Sip of Sunshine

Hace un par de años cuando nos llegaba una IPA americana con un mes de embotellado nos volvíamos literalmente locos y hoy un mes ya nos parece una auténtica locura. A esto precisamente es a lo que me refiero cuando hablo de que me parece un estilo llevado al extremo. Otra de las cosas que me llama mucho la atención, es ver cómo estas cervezas se desvanecen más rápidamente a pesar de que todas ellas se sirven en lata, no quiero imaginar lo que sería si estuvieran embotelladas.

Pero volviendo al principio, ¿qué ha pasado con las IPA y Doble IPA californianas? a mí me resulta cada vez más complicado encontrarlas, echo de menos aquellas cervezas amargas y resinosas. Incluso en el mercado nacional ya no se ven de forma tan habitual, aunque algunas siguen sobreviviendo y siguen estando tan ricas como siempre.

Durante el viaje por Estados Unidos además puedo decir que la cerveza que más me gustó fue Sip of Sunshine de Lawson’s, que poco o nada tiene que ver con una New England IPA. Lo cual es indicativo de que creo que a mí no me convencen las NEIPA, pero yo me pregunto ¿ha cambiado tanto la cerveza o hemos cambiado demasiado los consumidores?.

Salud!.